El escritor mercenario

Daban las siete y media y llegaba la señal convenida.
Hoy […] sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema y si los encuentra, quizá pueda contratarlos.
Cada sábado por la tarde me sentaba ante la vieja televisión ITT y acompañaba esa frase con un susurro. Después, esperaba la salida de la luna de verano y me quedaba embobado en ella con unos prismáticos porque nunca me compraron el telescopio.
Pero eso último no es importante, lo es que quizá por aquellas tardes, tanto tiempo después, yo también sobrevivo como «escritor de fortuna».
He escrito de todo para todos sin que mi nombre salga por ningún lado. He cedido esos hijos que han abarcado desde discursos hasta libros, pasando sobre todo por contenidos de cualquier tipo para la web.
Principalmente, trabajo desde hace años con agencias de marketing o grandes empresas directamente, que entienden el poder de una historia, lo valoran y saben de verdad lo que funciona.
Normalmente no tengo demasiados huecos, pero a menudo hay al menos uno porque siempre hay que tener espacio para lo bueno que llega.
Así que, por si acaso, yo soy más fácil de encontrar que ellos en:
isaac (arroba) hojaenblanco.com [1]
[1] De vez en cuando me preguntan que por qué pongo así el email. La respuesta es que montones de bots recorren la red capturando en masa direcciones de correo para hacer spam, mala idea poner la @