Los 10 consejos de escritura de Geoff Dyer

Los 10 consejos de escritura de Geoff Dyer

No soy muy amigo de consejos de escritura, ya que la experiencia del arte está tan íntimamente ligada a la persona, que esos consejos, en muchas ocasiones, causan más confusión que otra cosa. A veces son inaplicables y otras interfieren o entran en conflicto con la propia experiencia personal de escribir.

Si lees suficientes (y no hacen falta demasiados), pronto empiezan a contradecirse. Es la naturaleza de las recomendaciones, de las personas y de la escritura. Y eso está bien.

Sin embargo, leí por casualidad 10 consejos del autor Geoff Dyer y me parecieron interesantes. Sobre todo, porque no son los mismos de siempre y porque, en cierto modo, muchos hablan de lo que hay detrás de la escritura.

Y eso sí es común, reconocible y aplicable por la mayoría de los que nos dedicamos a esto.

Pero bueno, que me parecieron interesantes y por eso los he traducido y aquí están:

1. Nunca te preocupes por las posibilidades comerciales de un proyecto

Esas cosas son para los editores y los agentes, o no. He aquí una conversación con mi editor estadounidense.

Yo: Estoy escribiendo un libro tan aburrido, con un atractivo comercial tan limitado que, si lo publicas, probablemente te cueste el trabajo.

Editor: Eso es exactamente lo que me hace querer seguir haciendo esto.

2. No escribas en lugares públicos

A principios de los 90, me fui a vivir a París. Lo hice por las razones habituales de los escritores: en aquel entonces, si te sorprendían escribiendo en un pub en Inglaterra, podían patearte la cabeza, mientras que en París, dans les cafés

Desde entonces, he desarrollado una aversión a escribir en público. Ahora creo que debe hacerse solo en privado, como cualquier otra actividad de aseo.

3. No seas uno de esos escritores que se sentencian a sí mismos a toda una vida de adular a Nabokov

Dyer no da más explicación y creo que tampoco hace falta.

4. Si usas un ordenador, refina y amplía constantemente su configuración de autocorrección

La única razón por la que me mantengo leal a mi ordenador de mierda es que he invertido mucho ingenio en construir uno de los mejores archivos de autocorrección en la historia literaria.

Palabras perfectamente formadas y deletreadas emergen de unas pocas pulsaciones breves: “Niet” se convierte en “Nietzsche”, “phoy” se convierte en “fotografía”, etc. ¡Soy un genio!

5. Lleva un diario

El mayor remordimiento de mi vida como escritor es que nunca lo he llevado.

6. Ten remordimientos

Son combustible que, en la página, estalla en deseo.

7. Ten más de una idea en marcha al mismo tiempo

Si se trata de elegir entre escribir un libro y no hacer nada, siempre escogeré lo segundo. Solo si tengo una idea para dos libros, elijo uno en lugar del otro.

Siempre tengo que sentir que me estoy escapando de algo.

8. Cuidado con los clichés

No sólo los clichés contra los que Martin Amis está en guerra. Hay clichés tanto de respuesta, como de expresión. Hay clichés de observación y de pensamiento, incluso de concepción.

Muchas novelas, algunas bien escritas, son clichés, ajustándose a las expectativas sobre ellas.

9. Hazlo todos los días

Acostúmbrate a poner tus observaciones en palabras y, poco a poco, eso se convertirá en instinto.

Esta es la regla más importante de todas y, naturalmente, no la sigo.

10. Nunca montes en bicicleta con los frenos puestos

Si algo te resulta demasiado difícil, ríndete y haz otra cosa. Trata de vivir sin recurrir a la perseverancia, pero resulta que escribir tiene que ver con esa perseverancia.

Cuando tenía 30 años, solía ir al gimnasio, aunque lo odiaba. El propósito de ir a entrenar era posponer el día en que dejaría de hacerlo. Eso es escribir para mí: una forma de posponer el día en que no lo haré más, el día en que me hundiré en una depresión tan profunda, que no se distinguirá de la felicidad perfecta.