El silencio de crear

El silencio de crear

La creación sucede en silencio, no hay otra manera. Pero es que yo nunca he sido bueno callando a mi mente, porque tratar de calmarla la enfurece. Por eso, sólo sé redirigir la energía de mis obsesiones a otra cosa de manera temporal. Y está bien, porque la energía de la duda y la ansiedad es poderosa, tanto, como para descarrilarnos si no aprendemos a surfear esas olas.

Pero también es cierto que la duda y la ansiedad son señales de que aún nos importa lo que hacemos. Si no fuera así y no hubiera fuego dentro (que a veces arde y muchas otras quema), no tendría sentido escribir contra corriente, la única manera correcta de hacerlo.

Hay un problema (otro). Sentarnos en silencio, a crear o a lo que sea, es algo para lo que no estamos hechos. Muchos prefieren incluso propinarse una descarga eléctrica, según algunos experimentos, antes que estar quietos y callados consigo mismos.

Lo puedo entender, pero para mí la dificultad no es sentarme en silencio, sino que eso no existe en realidad. Que cuando los dedos descansan sobre el teclado y a punto de bailar, la cabeza empieza a sacar todas esas cosas que tiene dentro, diferentes para cada uno, pero iguales en esencia.

Escribir es, al menos para mí, una manera de enfocar esa energía de la duda en algo, exorcizar el ansia, encerrarla entre las líneas y tirar la llave. O visto de una manera más piadosa (ya que la arcilla de las narrativas puede adoptar la forma que necesitemos para defender lo que nos conviene, y luego lo contrario), es una manera de dar otra vida a la ansiedad y los miedos y que no sea la mía. Que se independicen y se vayan de casa.

A veces parecen contentos de hacerlo y yo de que lo hagan.

La creación ocurre en soledad y silencio y supongo que no hay otra manera, pero cualquiera que ha estado ahí, sabe que no se oye nada si miras desde fuera al escritor chepado sobre su historia, pero se están diciendo muchas cosas y, en ocasiones, el problema es si tendrás el coraje de escribirlas o elegirás algo inofensivo ese día.